Tratamiento

Hidradenitis Supurativa

La Hidradenitis Supurativa (HS) es una enfermedad crónica y compleja, y no existe un tratamiento único que funcione para todas las personas. Por eso, el enfoque terapéutico debe adaptarse al estadio de la enfermedad, a las zonas afectadas, a la historia médica de cada persona y a la intensidad de los síntomas.

Aunque actualmente no existe una cura definitiva, sí hay alternativas que permiten mejorar significativamente la calidad de vida, controlar los brotes, reducir el dolor y evitar la progresión hacia formas más severas.

Antes de iniciar cualquier terapia médica o quirúrgica, se recomienda implementar ciertos cambios que pueden influir positivamente en la evolución de la HS:

  • Suspender el tabaco: El cigarrillo se asocia a una mayor gravedad y frecuencia de los brotes.
  • Controlar el peso: La obesidad puede agravar los síntomas y aumentar el riesgo de nuevas lesiones.
  • Usar ropa cómoda y holgada: Idealmente de algodón, sin costuras que generen fricción.
  • Evitar la depilación con cera o rasurado directo: En su lugar, puede evaluarse la depilación láser médica como complemento.
  • Control médico: acudir de manera permanente a tu dermatólogo especialista para el control de la enfermedad.

Si no sabes a qué médico acudir, recuerda revisar nuestro Mapa de Especialistas, donde podrás encontrar uno y contactar su centro.

Dependiendo de la etapa de la enfermedad (Hurley I, II o III), el tratamiento puede incluir:

Tópicos y antibióticos locales:

En las formas leves o en lesiones activas puntuales, se utilizan cremas, lociones o geles con principios activos que ayudan a reducir la inflamación, controlar infecciones secundarias y aliviar síntomas. Entre estos, destacan la clindamicina tópica, el ácido fusídico y el resorcinol. También pueden utilizarse corticoides inyectados directamente en las lesiones inflamadas.

En algunos casos, estos productos se preparan en farmacias mediante recetarios magistrales, una práctica autorizada que permite formular medicamentos personalizados según la indicación del médico tratante y las necesidades específicas del paciente. Esta alternativa es especialmente útil cuando no existen presentaciones comerciales en el país o se requieren combinaciones específicas.

Antibióticos orales:

Cuando hay lesiones más profundas, dolorosas o recurrentes, los dermatólogos pueden indicar antibióticos por vía oral, que ayudan a controlar la infección e inflamación. Existen distintos esquemas, y algunos se combinan con otros tratamientos para mayor eficacia.

Terapias sistémicas o biológicas

En etapas moderadas o graves, donde existen múltiples lesiones, túneles bajo la piel y cicatrices activas, puede requerirse el uso de medicamentos inmunomoduladores o terapias biológicas que actúan directamente sobre los mecanismos inflamatorios de la HS, que pueden incluir secukinumab, adalimumabinfliximab u otro querecetetumédico.
Estos tratamientos requieren seguimiento estrecho con especialistas y exámenes de control.

En los casos más avanzados o cuando otras terapias no han sido suficientes, se puede recurrir a la cirugía. Existen distintos tipos de procedimientos:

  • Destechamiento (remoción del “techo” de los túneles).

  • Escisión parcial o radical de las áreas afectadas.

  • Cierre por segunda intención o con injertos, dependiendo de cada caso.

El objetivo es retirar completamente los tejidos afectados y permitir una mejor cicatrización, aunque es importante destacar que la cirugía no previene la aparición de nuevas lesiones en otras zonas.

  • La Hidradenitis Supurativa debe abordarse de forma integral y multidisciplinaria.

  • No todas las personas responden igual a los tratamientos, por lo que puede requerirse ajustar el plan terapéutico en distintas etapas.

  • El acompañamiento psicológico, la contención emocional y el seguimiento continuo son tan relevantes como el tratamiento físico de las lesiones.

En Fundación Padece creemos firmemente que acceder a un tratamiento oportuno y bien orientado es un derecho, no un privilegio.